viernes, 10 de junio de 2011

~ La vida y muerte en Egipto

Los antiguos egipcios creían en la vida después de la muerte, y enterraban a sus difuntos en tumbas llenas de objetos que podían necesitar en la otra vida. Esas tumbas, con sus pinturas y sus tesoros, nos hablan de su modo de vida.
Los egipcios creían que, para que el alma de una persona pudiera prosperar en el otro mundo, su cuerpo debía conservarse. Por eso los momificaban. Los cuerpos de los difuntos se embalsamaban, se secaban, se envolvían en tiras de lino y se metían en ataúde
s. Las tumbas más elegantes son las de los reyes. Algunas fueron enterrados en pirámides, mientras que los últimos soberanos de Egipto reposan en tumbas de piedra en el Valle de los Reyes. La mayoría de las tumbas han sufrido los saqueos de ladrones, pero una ha permanecido en buena parte intacta. La descubrió y la abrió el arqueólogo británico Howard Carter en 1922. La tumba pertenecía al joven rey Tutankamon, y en su interior había tesoros de valor incalculable.


La grandeza
de Egipto duró más de 2500 años. Los egipcios era hábiles en matemáticas y astronomía, e inventaron un calendario de 365 días. Tenían un sistema de escritura pictográfica, los jeroglíficos. Sus médicos eran los mejores del mundo. Construyeron pirámides y templos más grandes que ninguna de las estructuras vistas hasta entonces. Con sus grandes barcos comerciaron con países extranjeros. No resulta sorprendente que incluso pueblos que más tarde conquistarían Egipto, como los romanos, admirasen los logros de los egipcios.

~ Las Momias

Los cadáveres de los faraones y de los personajes importantes eran conservados siguiendo un complicado método que aún despierta el asombro. Se creía en la supervivencia del alma junto al cuerpo, en la tumba. Para lo cual inventaron medidas de protección del cadáver, que evitaban su descomposición. Por eso también se dejaban junto a la tumba una serie de ofrendas, artículos de uso en vida del difunto e incluso alimentos, para que el alma se reencarnara en el cuerpo.


- Extracción de vísceras
Los sacerdotes lavaban el cuerpo, le extraían las vísceras (menos el corazón y los riñones) y las conservaban en los vasos canopes. Llenaban las cavidades con vendas y sustancias aromáticas.

- Sumersión en sal
Una vez preparado, el cuerpo era lavado otra vez y sumergido durante 70 días en sal (natrón) para deshidratado y evitar que se descompusiera.

- Vendaje
Pasados los 70 días, se extraía el cuerpo de la sal y se lo envolvía con vendas de lino. Primero se vendaba cada extremidad por separado y luego todo el cuerpo.

- Cierre del envoltorio
Por encima ponían unas vendas más gruesas, cerrando el envoltorio, y la momia quedaba lista para el entierro. Sobre los vendajes se colocaban adornos de distintos tipos.

~ Jeroglíficos de los Dioses Egipcios

Una lista de todos los dioses egipcios con sus respectivos nombres en jeroglíficos.
http://es.wikipedia.org/wiki/Anexo:Jerogl%C3%ADficos_de_los_dioses_egipcios

miércoles, 8 de junio de 2011

~ El nombre secreto de Ra (leyenda)

Isis era una diosa muy sabia, casi tanto como el gran Ra, tan solo le faltaba conocer el nombre secreto de este para tener su poder.
Tanto ella como los demás dioses envidiaban a Ra, el era quien dominaba el mundo y toda criatura estaba sometida a él. En su juventud luchó por conseguir la autoridad que en su madurez le otorgaría el respeto y el reconocimiento que merecía por un reinado justo y pacífico.
Pero el tiempo no perdona, ni siquiera a las divinidades, y según Ra envejecía, los demás veían que cada vez estaba más cerca el momento de poder hacerse con su poder aprovechando su debilidad.
Isis trazó su plan. Hizo con sus manos una serpiente con barro y la dio apariencia de bastón. Cuando Ra cogió el bastón la serpiente le mordió, provocándole mucho dolor. Fue entonces cuando Isis apareció y le convenció de que moriría si no le decía su nombre secreto para poder acabar con el maleficio. Cuando no puedo soportar más dolor le dijo su nombre e inmediatamente el sufrimiento desapareció, pero a la vez Ra fue consciente de lo que había hecho, a partir de ese momento tendría que compartir su poder con Isis.

~ Wadjet / Wadyet (Uto)

Del mismo modo que la diosa Nejbet lo era del Alto Egipto, Wadjet era la diosa de la corona del Bajo Egipto, donde se hallaba Buto, la ciudad de la que era originaria. Solía representarse a Wadjet como una cobra con la cabeza erguida. En su condición de poderosa serpiente originaria y omnipresente protegía al faraón de todo mal desde su frente. Nejbet y Wadjet encarnaban a la vez las dos coronas del país. Puede vérselas en las paredes de los templos con la figura de dos mujeres que coronan al rey con la doble corona del Alto y del Bajo Egipto.

~ Dyehuty (Thot)

Cuenta la leyenda que cuando los egipcios se lamentaron del ocaso del sol en el horizonte occidental, el dios del Sol, Ra, encargó al dios Thot la creación de una luz alternativa durante su ausencia, y de este modo se originó la luna. Su relación con la luna convirtió a Thot en el "Señor del tiempo y calculador de los años", el que "separa los tiempos y los meses y los días". Los principales animales representativos de Thot eran el babuino y el ibis. Thot era considerado, además, el escriba de los dioses y levantaba acta del resultado del pesaje del corazón en el juicio de los muertos. En tanto que dios de la sabiduría se le atribuía la invención de la escritura jeroglífica.

~ Suti (Seth)

Según la concepción teológica de Heliópolis, el dios Seth era descendiente de los dioses primigenios Nut y Geb y formaba parte de los dioses nuevos. Representaba el poder indómito y el caos salvaje, y se le identificaba con animales como el hipopótamo, el cerdo o el asno. Seth era considerado el soberano del desierto y de los países extranjeros. Su apodo más común fue el de "grande en fuerza".
Seth aparece representado con la cabeza de un ser fabuloso y se le identifica por las orejas altar y puntiagudas, y por el hocico largo y quebrado. En el ámbito del mito de Osiris y Horus, Seth desempeña el papel de malvado y fratricida. La cuestión de la sucesión de Osiris desencadenó una larga lucha entre Horus y Seth, en cuyo transcurso ninguno de los dos rivales se detuvo ante infamia alguna a la hora de derrotar al oponente. Uno de los episodios de este enfrentamiento describe el intento de Seth de reducir a Horus a través de la homosexualidad, para degradarle en la asamblea de los dioses, pero Horus adivinó su propósito y gracias a un truco de su madre, Isis, logró desenmascarar a Seth y presentarlo como homosexual ante los dioses. Seth no se dio por vencido e insistió en una lucha sobre naves de piedra. Horus lo engañó una vez más, pues no construyó su nave de piedra sino de madera. La nave de Seth se hundió ridículamente y Horus venció de nuevo. Esta lucha duró más de ochenta años; al final Horus se proclamó vencedor y ascendió al trono de su padre Osiris.
Seth, que desde el comienzo había gozado del favor del dios del Sol, viajó a partir de entonces por el cielo en la barca de Ra. En el viaje nocturno del Sol Seth desempeñaba una importante tarea que ningún otro dios, excepto él, hubiera podido realizar. En la hora sexta de la noche, cuando el dios del Sol en su fase de regeneración era más débil, repelía el ataque de Apofis, el enemigo del dios solar, y con ello mantenía a salvo la creación. Esta acción, y en especial su carácter luchador y agresivo, le permitieron convertirse en el dios protector de los reyes de la XIX Dinastía. Tan sólo en el Período Tardío pesaron más las características negativas de Seth como asesino de Osiris, y encarnó el mal por antonomasia.

~ Sejmet (Sacmis)

La dios con forma de leona era considerada agresiva y peligrosa por su carácter y su fuerza. Así lo sugiere el significado de su nombre: "la poderosa". Sejmet encarnaba el poder del rey en la lucha contra sus enemigos, pero también el poder del dios del Sol, cuya voluntad cumplía como hija suya. En tanto que "Ojo de Ra", era un instrumento cruel.
Según el mito, los hombres planteaban una rebelión contra el dios del Sol, pero éste descubrió la trama y después de deliberar con los demás dioses decidió aniquilar a los sublevados. Para ello envió a su Ojo de Ra, que actuó con furia entre entre los hombres bajo el aspecto de la diosa leona Sejmet. Finalmente, para acabar con el baño de sangre y salvar a los hombres de su aniquilación total, el dios del Sol se vio obligado a embriagar de tal modo a la poderosa divinidad que la borrachera le hiciera olvidar su misión. La humanidad estaba salvada.
pese a su carácter brutal y vengativo, Sejmet también poseía cualidades positivas. Por una parte se la veía como diosa protectora del rey y, por otra, como diosa de las curaciones. Una divinidad luchadora como Sejmet parecía especialmente indicada para librar al cuerpo humano de las enfermedades.
En Menfis, la antigua capital, era la esposa de Ptah, y tras el ascenso de Amón, se la colocó al mismo nivel que a su esposa Mut, quien desde entonces podía aparecer también como diosa con cabeza de leona.

~ Ra

Ra era el todopoderoso dios del Sol de Egipto y tenía su centro religioso en Heliópolis. Durante el Imperio Antiguo el culto a Ra se difundió por todo el país, y a partir de la IV Dinastía, se consideró al faraón hijo de Ra. Las pirámides escalonadas surgieron de la idea de una escalera de piedra que permitiera al faraón ascender hasta la divinidad solar. Las pirámides posteriores, con sus lisas caras exteriores, representaban la "forma" de los rayos solares que atraviesan las nubes, con lo que se mantenía incólume la relación entre el rey y el dios del Sol.
Los faraones de la IV Dinastía levantaron junto a las pirámides enormes santuarios al dios Sol, que constituyen impresionantes testimonios de la posición sobresaliente del dios en aquella época. En el punto central de estos santuarios se alzaba un voluminoso obelisco. Era un símbolo de la piedra sísmica original del templo de Heliópolis que recibió los primeros rayos solares después de la creación. De ella se deriva la forma de los esbeltos obeliscos posteriormente.
El movimiento de la divinidad cósmica en el firmamento era objeto de diversas interpretaciones. Se creía que durante el día el dios del Sol cruzaba el cielo en su barca y que durante la noche atravesaba los campos del averno; según otra versión, Nut, la diosa del cielo, se tragaba cada anochecer al sol, después del ocaso, y lo alumbraba de nuevo en la aurora siguiente, antes de su salida; también se pensaba que el dios escarabajo Jepre hacía rodar la pelota solar sobre el firmamento.
El Sol y el Nilo, la arteria vital de Egipto, eran los factores dominantes del medio ambiente en el país. Por ello el dios del Sol tenía una importancia capital, que se vio incrementada al fundirse con otras divinidades. Des su unión con Horus surgió Ra-Harajte, con Montu dio lugar a Montu-Ra, y al fundirse con Amón formó Amón-Ra. Con Atum, el dios de la creación, formó Atum-Ra, una unión cuyo objetivo era la renovación perpetua. La Letanía del Sol -un texto religioso que aparece en las paredes de algunas tumbas reales del Imperio Nuevo- describe la unión del dios del Sol con Osiris, el dios del Inframundo. El Imperio Nuevo fue también la época de los grandes himnos, en los que el fallecido ruega al dios del Sol que lo acoja para toda la eternidad como miembro de su séquito.

~ Ptah

Ptah era el dios principal de Menfis, la capital del Imperio Antiguo. Allí se le veneraba como dios de la creación que había engendrado todo el cosmos, incluidos los dioses, con la fuerza de su pensamiento y de sus palabras (a diferencia de Atum de Heliópolis, quien había realizado la creación merced a los líquidos de su cuerpo). Este proceso, más espiritual que material, debió de ser objeto de vivas discusiones y especulaciones durante el Imperio Nuevo. En este período Ptah era, al igual que Ra y Amum, uno de los grandes dioses del imperio a los que se atribuían como propias cualidades creadoras.
Durante el Imperio Antiguo el sumo sacerdote de Ptah ostentaba el título de "sumo dirigente de la artesanía" en referencia a la fuerza creativa y creadora del dios. Desde este punto de vista fue en todas las épocas el patrón de artistas y artesanos.
Formaba una triada con la diosa leona Sejmet y con el dios de la flor de loto Nefertem. Le unían estrechos lazos con Sokar, divinidad de Menfis y dios de las necrópolis. Posteriormente se amplió la constelación en torno a Osiris hasta Ptah-Sokar-Osiris como encarnación de la creación, la muerte y la resurrección. En las últimas etapas de la historia egipcia las figuras de madera de esta divinidad sincrética siempre formaban parte del ajuar funerario de los personajes notables.
En las representaciones se reconoce fácilmente a Ptah por su escaso tocado -en general un casquete ceñido- y su aspecto de momia. En las manos sostiene un cetro compuesto por los símbolos de la vida, la perdurabilidad y el bienestar. Habitualmente figura en el símbolo de Maat, el orden mundial justo. Ptah tenía una relación especial con el sagrado buey Apis de Menfis, al que se consideraba la encarnación del dios y su mensajero terrenal. El animal sagrado permanecía en un establo del templo de Ptah, donde participaba en los rituales votivos o podía ser interpelado como oráculo.

~ Usir (Osiris)

Las circunstancias que llevaron a Osiris a convertirse en el soberano del reino de los muertos son tratadas con notable discreción en las fuentes egipcias. Sin embargo, algunos pasajes del mito se representaron ilustrativamente en las paredes de los templos y en los papiros del Libro de los Muertos. El escritor griego Plutarco fue quien ofreció una versión coherente de un relato tardío.
Según esta versión del mito, al inicio de los tiempos Osiris reinaba como rey ideal en todo Egipto. Un día fue invitado a un banquete por Seth, su taimado y celoso hermano. Seth presentó a todos los comensales un valioso arcón que prometió regalar a quien cupiera dentro. Al igual que los demás invitados, Osiris se metió en el arcón, un grave error según se demostraría, porque Seth y sus conjurados cerraron al instante la tapa y lanzaron el cofre al Nilo. Finalmente, el mar arrojó el arcón a la costa del Líbano, y allí creció un árbol que rodeó firmemente el cofre. Más tarde, el rey de Biblos hizo talar el árbol y empleó el tronco como viga del techo de su palacio. Gracias a sus poderes mágicos, Isis consiguió apoderarse del arcón y lo llevó de regreso a Egipto. Pero una vez allí, Seth lo descubrió, cortó el cadáver que había en su interior en pedazos y los esparció por todo el país. Isis se puso a buscar las partes del cadáver con la ayuda de su hermana Neftis y ambas se detuvieron en cada lugar donde encontraron un fragmento para oficiar una ceremonia fúnebre. Ello explica el gran número de centros de culto a Osiris que había por todo Egipto. Sólo el pene siguió desaparecido, pues se lo había tragado un pez en el Nilo.
En este punto prosigue la tradición egipcia diciendo que Isis, con la ayuda de Neftis, Anubis y Thot, logró recomponer el cadáver y envolverlo, de modo que fue la primera momia. Isis se transformó entonces en un halcón hembra y abanicó con las alas la momia situada debajo del cadáver, Isis y Osiris se unieron y engendraron a Horus, el sucesor en el trono. Finalmente Osiris ocupó su lugar como soberano del reino de los muertos.
Desde la V Dinastía existió la creencia de que el faraón fallecido se convertía en Osiris y gobernaba el más allá. Por lo menos desde el Imperio Medio, todos los egipcios, y no sólo el rey, tuvieron la esperanza de transformarse en Osiris tras la muerte. Abidos, el principal centro de culto a esta divinidad, ganó importancia como lugar de peregrinación, pues se consideraba fundamental visitar Abidos en vida o después de la muuerte: tanto si realmente se transportaba la momia hasta allí por río, como si el viaje se llevaba a cabo de manera simbólica por medio de una embarcación a pequeña escala que se introducía en la tumba del fallecido.
Osiris aparece en las representaciones con forma de momia, la corona atef sobre la cabeza, y el flagelo y el cayado en las manos como insignias de mando. El color marrón o negro de su tez simbolizaba la regeneración y el renacimiento.

~ Nut, Geb y Shu


















Nut arqueada representaba el cielo, Geb acostado la tierra, y en el centro, Shu separando a Nut y Geb, era el aire.

~ Nut

Según la doctrina de la creación de Heliópolis, Nut, la diosa del cielo, pertenecía a la tercera generación de los dioses primitivos. Al arquearse sobre su pareja, Geb, el dios de la tierra, ambos formaron el espacio del mundo habitado, que rellenó Shu, el dios del aire. Según esta concepción, la diosa del cielo se tragaba al sol cada anochecer, después del ocaso, y lo alumbraba de nuevo en la aurora siguiente, antes de su salida. En consecuencias, el oscuro cuelo azul nocturno no era otra cosa que el cuerpo de Nut, en el que brillan estrellas. Dado que se consideraba que las estrellas eran almas de Nut, se apodaba a la diosa "la de las mil almas". Desde los tiempos más antiguos existió el deseo de ser colocado tras la muerte "entre las estrellas", y de este modo Nut alcanzó un papel importante en la doctrina del más allá. Se la representó a menudo en los ataúdes, bien en la tapa como la diosa alada, o bien en el fondo siguiendo la doctrina de la creación, con su cuerpo arqueado sobre el fallecido.

martes, 7 de junio de 2011

~ Nejbet

Diosa de la ciudad de Elkab y protectora del Alto Egipto, representada con aspecto de buitre; la diosa correspondiente en el Bajo Egipto era Wadjet, divinidad de Buto y protectora del país norte. Nejbet y Wadjet, "las dos soberanas", formaban parte de los títulos reales como expresión de la soberanía del rey sobre las dos partes del país. En cuanto que diosa de la corona, Nejbet encarnaba la corona blanca del Alto Egipto. Ya en el Período Predinástico Nejbet tenía la condición de protectora del rey, sobre el cual se cernía en forma de buitre. En las representaciones de las paredes de los templos, la diosa aparece con este aspecto hasta el final de la historia de los faraones. En sus garras sostiene con frecuencia el anillo Shen, un jeroglífico con el significado básico de girar, que era el símbolo de la soberanía infinita del rey en todo aquello sobre lo que gira el sol en su trayecto diario.

~ Nebet-Het (Neftis)

Neftis es una diosa de orígenes oscuros, que carecía de centro de culto. Como hija de las primitivas divinidades Geb y Nut formaba parte de los nuevos dioses de Heliópolis. Era hermana y esposa de Seth. Después de que éste matara a su hermano Osiris, Neftis ayudó a su hermana Isis en la búsqueda del cadáver despedazado de Osiris, al que finalmente lloraron ambas; Neftis velaba por los difuntos desde la cabeza del féretro o sarcófago mientras que Isis lo hacía desde los pies. Por ello se considera a estas dos diosas el antecedente de las plañideras. Además, Neftis colaboraba con uno de los cuatro hijos de Horus, Hapi, quien como divinidad de los vasos canopes protegía la lengua del fallecido.
Durante todo el Período Dinástico apenas se representó a Neftis al margen de su relación con Isis y prácticamente no desempeño ningún papel fuera del mito de Osiris y de los rituales funerarios.

~ Net (Neith)

Esta antigua divinidad de la creación surgió de las aguas primigenias para crear la luz y a los demás dioses. Después se trasladó a Sais, en el delta del Nilo, y dejó tras de sí a Jnum para que éste siguiera creando los demás seres vivos en su torno de alfarero. Sais fue el principal centro del culto a Neith, a quien solía representarse con la corona roja del bajo Egipto. Desde el Período Predinástico Neith fue venerada como diosa de la guerra; sus atributos eran el arco y el escudo. Durante el Imperio Antiguo se vio en ella a la compañera de Seth y a la madre del dios cocodrilo Sobek. Al igual que otras divinidades femeninas, Neith tenía rasgos maternales.
También desempeñaba el papel de diosa de los muertos; junto con Isis, Neftis y Selket velaba el sarcófago y los vasos canopes. Estos últimos estaban estrechamente vinculados con los cuatro hijos de Horus; uno de ellos, Duamutef, el de cabeza de chacal, actuaba en colaboración con la diosa Neth. Ésta gozó de especial consideración durante la XXVI Dinastía, cuyos reyes eran originarios de Sais.

~ Mut

La posición de la diosa Mut va estrechamente unida a la ascensión de Amón. Como esposa de éste, formaba parte de la familia de los dioses tebanos junto con su hijo, el joven dios Jons. Desde el Imperio Nuevo se la representó en forma de mujer, con cofia de buitre y encima la doble corona. Su centro de culto, al sur de Karnak, estaba unido con el templo de su esposo Amón a través de una larga avenida flanqueada de esfinges. El nombre de la diosa significa literalmente "madre" y éste es el papel que desempeñaba en la familia de dioses Mut tenía la consideración de madre divina del rey, una posición que compartía con otras diosas. Pero también poseía una faceta violenta, cuando encaraba el "Ojo de Ra" y tomaba venganza de aquel que había suscitado la ira de los dioses.

~ Montu o Mentu (Month)

Montu, el dios de la guerra, aparece mencionado ya en el Imperio Antiguo como "Señor de Armat". En este lugar, situado a pocos kilómetros al sur de Tebas, se hallaba su principal centro de culto. Durante la XI Dinastía, Montu fue el dios principal de la región de Tebas y el dios protector de cuatro faraones que adoptaron el nombre de Mentuhotep, "Montu está satisfecho". Desde el comienzo de la XII Dinastía se fue quedando a la sombra de Amón, y ambos en estrecha relación se convirtieron en Montu-Ra. En imágenes Montu aparece con cabeza de halcón y sobre ella un disco solar rodeado por dos serpientes. En el Imperio Nuevo, Montu, como dios de las batallas, apoyaba a los reyes en sus campañas militares.