En el ámbito de los dioses del más allá, Anubis participaba en el juicio de los muertos, en el que vigilaba el pasaje de los corazones con el que se decidía si el alma del difunto podía entrar en el más allá o era presa de la "gran devoradora", un demonio espantoso. En el mito de Osiris, Anubis es el hijo ilegítimo salido de la unión de Osiris con la diosa Neftis.
La tez negra de Anubis se relaciona con el cieno oscuro y feraz que las inundaciones del Nilo dejan sobre los campos, y desde este punto de vista, simboliza la renovación y la regeneración.