Forman parte del panteón egipcio numerosas divinidades plasmadas con forma de vaca, que suelen asociarse con la fertilidad y la maternidad. La representante más significativa de este grupo es la diosa Hathor, que estaba unida de múltiples maneras a otras diosas. Los tres aspectos con los que se la representaba habitualmente son como vaca, como mujer con cornamenta de vaca y disco solar sobre la cabeza o, de modo emblemático, como un rostro representado de frente con orejas de vaca.
Hathor estaba encuadradamen distintos círculos míticos y se la veneraba en numerosos centros de culto, principalmente en Dendera, donde aparecía como esposa del Horus de Edfú. Su principal atributo era el de diosa del amor y de la maternidad. Figura en la mitología como quintaesencia de la belleza y el encanto femeninos: cuando el dios Ra yacía inmóvil en el suelo ofendido por unas palabras de la reunión de los dioses, Hathor se levantó el vestido ante él, lo que devolvió al dios el buen humor. En general se asociaba a Hathor con fiestas embriagadoras, placer, danza y música. El sistro, un instrumento musical con sonido de campanillas, era el más usado en las ceremonias de culto a Hathor, agitado sobre todo por sacerdotisas. En su condición de divinidad femenina universal, Hathor abarcaba casi todos los momentos de la vida, desde el nacimiento hasta el amor y la sexualidad pasando por las alegrías cotidianas. En la región de Tebas fue además la diosa de los muertos y se la conocía por el sobrenombre de "señora del ocaso".