En su calidad de madre de Horus, Isis era también madre divina del faraón, considerado la manifestaciónn terrenal de Horus. La propia Isis era hija de los primeros dioses, Geb y Nut, y hermana y esposa de Osiris. Sus esfuerzos por retornar a la vida a su esposo asesinado y su papel como protectora de su hijo la convirtieron en paradigma de esposa lealy madre abnegada.
En algunas imágenes aparece con alas o con un vestido de plumas, en referencia a su transformación en un halcón hembra que planeaba sobre el difunto Osiris para insuflarle nueva vida. A partir del Imperio Nuevo se representó a Isis con cornamenta de vaca y disco solar, y no era posible distinguirla de Hathor por su apariencia iconográfica. Numerosas estatuillas pertenecientes al Período Tardío muestran a la diosa amamantando a su hijo Horus. Con el paso de los añor Isis se dundió con otras divinidades distintas y fue venerada allende las fronteras de Egipto; los soldados romanos difundieron el culto a Isis hasta los rincones más recónditos del Imperio, y en Roma incluso se le erigió un templo imperial propio. El culto a Isis se mantuvo hasta bien entrados los tiempos del cristianismo.